Luca, mi maestro y mi gran aventura
Desde que tengo memoria he estado rodeado de perros. En mi familia siempre hubo perros de diferentes razas, temperamentos, niveles de energía y personalidades. También en mi círculo de amigos, los perros siempre estuvieron presentes. Así crecí: viendo a los perros como parte natural de la vida, criándolos, enseñándoles pequeños trucos, disfrutando su compañía.
Y aunque en ese momento no lo veía así, hoy, al mirar hacia atrás con nuevos conocimientos, me doy cuenta de que, a pesar del amor y los cuidados básicos que les dábamos, muchas veces no les ofrecimos lo que realmente necesitaban para expresarse como perros: espacios para canalizar sus instintos, retos mentales, vínculos más conscientes. Compartíamos la vida con ellos, pero no siempre los entendíamos.
Esa comprensión tomó forma definitiva con Luca, mi primer perro “propio”. Él ha sido mi maestro, mi gran reto, y la razón por la que hoy estoy aquí. Desde el primer día dejó claro que no era un perro cualquiera: juguetón, intenso, incansable, algo destructor, con un deseo enorme de explorar el mundo con su hocico, y a la vez inseguro ante ciertos sonidos y situaciones. Fue entonces cuando comprendí que no basta con darle a un perro alimento, agua y techo. También necesita tiempo, guía, experiencias, retos y una relación significativa con su humano.
Me prometí, a mí mismo, a mi esposa y a él, que le daría la educación adecuada. Empecé a leer, investigar, formarme y a trabajar con él con cariño, paciencia y respeto. Aprendí a construir una relación basada en la cooperación, el disfrute mutuo y el aprendizaje conjunto.
Con el tiempo, y aprovechando su energía y motivación, nos adentramos en el mundo de los deportes caninos, especialmente el agility, una experiencia que nos ha unido aún más y que seguimos disfrutando juntos.
Eso es lo que quiero compartir con las personas: que tener un perro puede ser mucho más que convivir con él; que educarlo no es una obligación pesada, sino una oportunidad para construir algo hermoso. Quiero enseñarles a disfrutar el proceso, a entender a sus perros y a crecer junto a ellos.