Equipo LineUp Dog
Te invitamos a conocer a nuestros educadores caninos de LineUp Dog.
Mi Roma son los perros
Dicen que todos los caminos llevan a Roma, al parecer mi Roma son los perros. El camino para ser educadora canina me ha hecho recorrer varias ramas del mundo canino; mi camino inicia a mis 4 años, cuando la perrita que teníamos en casa tuvo una camada. Con ellos yo pasaba el día jugando a la escuelita, (más…)
Fotógrafa & Educadora Canina
Desde que tengo memoria siempre he estado rodeada de perritos, y afortunadamente todas mis experiencias con ellos han sido positivas, Cuando era niña decía que iba a trabajar con animales, no sé en qué parte del camino abandoné ese sueño, y me dediqué a la fotografía y la producción audiovisual. Durante todos mis estudios me acompañó Kuki la Chihuahua, fue la primera mascota a la que eduqué y cuidé de forma consciente, claro, con la supervisión y ayuda de mis papás, sin conocer nada sobre comportamiento canino, logré enseñarle cositas que ayudaron a que tuviéramos una excelente relación y comunicación (más…)
Descubriendo mis pasiones
Como muchos de los que trabajamos con animales, es un amor y una pasión que nace cuando se es niño… Aunque mi primera experiencia con un perro propio no resultó del todo bien cuando yo era pequeño. Esto fue con mi primer perro, Rocky, un pastor alemán cruzado con collie, que accidentalmente atacó a un niño y mi familia tomó la decisión de regalarlo, causando que los perros quedaran totalmente prohibidos en mi hogar por mucho tiempo.
Datcher empezó todo
Mi aventura en la educación canina empezó hace varios años ya, cuando decidí adoptar a Datcher, el perro más loco que he conocido jamás. ¡Claro!, en ese momento yo no sabía que Datcher tenía problemas, solo sabía que era un perrito bastante grande, que ya tenía 11 meses, había pasado toda su vida encerrado y querían deshacerse de él… eso me partió el corazón. Decidí llevarlo a casa.
Pasión desde la infancia
Si me preguntan cuándo inició mi pasión por la educación y comportamiento canino, podría decir que de toda la vida.
Cuando era una bebé de un año, mi familia adquirió un hermoso Husky llamado Bolky, crecimos juntos y fue mi gran amigo por 15 largos años. Bolky tenía un solo problema: era agresivo con su comida, juguetes y cualquier cosa que cayera en su posesión. Siempre me intrigó su comportamiento, cómo lograr comunicarme con él, cómo jugar con él y que entendiera que no quería quitarle sus cosas. Con el tiempo aprendí a jugar con él sin que hubiera problema y a apreciar la gran inteligencia que tenía.
Creciendo rodeada de animales
Desde pequeña siempre viví rodeada por todo tipo de animales, lo que me hizo crecer con un gran amor y respeto por ellos. Conforme pasaban los años, mis ganas de entender y, en un futuro, trabajar con ellos, aumentaban, pero hubo un momento que marcó mi vida e hizo que estas ganas crecieran aún más: Cuando llegó a casa mi pequeña perrita Kiara.