Los talking pet son unos juegos que se han puesto de moda entre algunos dueños de perros. Consisten en unos botones que emiten sonidos con palabras como “pasear”, “comer” o “jugar”. La idea es que el perro aprenda a presionar el botón adecuado para comunicar lo que quiere o siente. ¿Pero realmente está aprendiendo a hablar tu perro? Veamos qué hay detrás de este fenómeno.
El Perro y las Asociaciones
Para entender cómo funciona el aprendizaje de los perros, tenemos que hablar de las asociaciones, pero nada técnico, sino de forma simple. Los perros aprenden a relacionar una acción con una consecuencia, ya sea agradable o no tan agradable. Por ejemplo, si cada vez que se sienta le das una galleta, el perro asocia que sentarse es igual a la probabilidad de comer una galleta. Si cada vez que se sube a la mesa le regañas, el perro asocia que subirse a la mesa es igual a la probabilidad de recibir una reprimenda.
¿Qué pasa con los botones de los talking pet? Pues lo mismo. Le puedes enseñar a tu perro a asociar que tocar un botón conlleva a una consecuencia específica. Por ejemplo, cada vez que toca un botón (el verde asumamos), que dice “baño”, lo sacas a hacer sus necesidades. El perro no tiene la más mínima idea de que el botón dice la palabra baño, o al menos no su significado, solo ha asociado con el tiempo que tocar ese botón es igual a la probabilidad de que lo saques a orinar o a hacer sus necesidades.
¿Qué Pasa Con Los Perros Que «Forman Palabras»?
Los perros pueden encadenar conductas. Es decir, pueden aprender a realizar varias acciones seguidas para conseguir un resultado. Por ejemplo, pueden aprender a sentarse y luego dar la pata para recibir una caricia. Esto también se puede aplicar a los botones de los talking pet. Puede ser que el juego sea más complejo y tenga dos botones que dicen “quiero” y “orinar”. Mediante el aprendizaje, el perro sabrá que no solo debe tocar un botón, sino dos: primero el que dice “quiero” y luego el que dice “orinar”. Dos conductas juntas, pero que son iguales a la probabilidad de que lo saques a hacer sus necesidades.
Además, los perros son aún más increíbles. Supongamos que tienes un perro que sabe traer juguetes, cuyo principio es igual al de los botones. Tu perro sabe traer su pato cuando dices la palabra “pato”, la bola cuando dices la palabra “bola”, y de repente introduces uno nuevo juguete que no conoce, digamos que es una araña, y le dices que traiga la “araña”. El perro tiene la capacidad de discernir que si no es el pato ni la bola, por tanto esa nueva palabra “araña” debe estár asociada a ese nuevo juguete desconocido. Y listo, se acelera su aprendizaje.
No, Tu Perro No Te Está Hablando
Tu perro no te está hablando. Se está comunicando contigo, sí, pero no como muchos lo pueden creer. Si piensas que tu perro es capaz de hablar como un humano, más mal que bien le haces, porque dejas de respetar su naturaleza y amarlo como la especie que es. Y es que tu perro no necesita hablar, porque tiene muchas formas de comunicarse contigo, desde su propio lenguaje con las señales de calma, de agresión, de juego y más, hasta con la forma de aprender mediante asociaciones que tiene, y otras más formas de comunicación que ya tenemos un curso entero hablando de eso. Si realmente quieres aprender cómo se comunica tu perro, solo debes dar click acá y ver nuestro video curso: La naturaleza del perro.
Entonces, ¿Son Malos Los Juegos Tipo Talking Pet?
No, no son malos si los usas como una forma de enseñarle cosas nuevas a tu perro y si te facilita la comunicación con tu mascota. Pero sí son terribles cuando se confunden con creer que el perro tiene “la capacidad de hablar” como un humano, porque se puede caer en la humanización del perro. Y cuando tu mascota no puede dejar salir toda esa bella naturaleza que posee, y los tratamos como si fueran humanos, pueden venir problemas de conducta y estrés.
Así que ya sabes, si quieres jugar con tu perro con los talking pet, hazlo con responsabilidad, respeto y con el proceso adecuado, de forma equilibrada, no solo siguiendo mantras equivocados. No olvides que tu perro es un ser vivo que siente y piensa diferente a ti, y que merece todo tu amor y comprensión.
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